Desarrollo Emocional

Hoy quiero escribirte acerca de las herramientas que te ayudarán a vivir una vida más plena y abundante: Propósito, Poder, Oración e Intuición.

Todos tenemos un propósito en la vida, nadie se queda sin un propósito o no tiene un propósito antes de venir a este mundo. Incluso cada átomo, cada molécula, cada célula de nuestro cuerpo tiene un sentido, tiene un propósito. Si te has preguntado cuál es tu propósito, o tienes una idea, pero no estás seguro de cuál es, o estás pasando por un momento crítico o de desesperación en tu vida. Te invito a que te pongas cómodo(a) y leas lo que sigue en este artículo, hablaré de nuestro contrato almico o contrato sagrado que hacemos antes de nacer, de ver la vida como un gran colegio y de cómo tomar decisiones desde el amor.

La vida como una gran escuela

La vida es como una escuela en la que aprendemos lecciones cada día. Cada experiencia nos enseña algo nuevo y valioso. Desde el momento en que nacemos, comenzamos a aprender y a crecer. Cada día, enfrentamos desafíos y superamos obstáculos, lo que nos permite adquirir conocimientos y habilidades. A través de las amistades, aprendemos sobre el amor, la confianza y la lealtad. En los momentos difíciles, aprendemos sobre la resiliencia y la superación personal. La vida es un constante aprendizaje, donde cada día es una oportunidad para crecer y mejorar. Como una escuela, debemos estar abiertos a aprender de cada experiencia y aprovechar al máximo las lecciones que nos brinda la vida.

Comencemos a ver la vida como un gran colegio, donde cada mañana nos preparamos para tomar las lecciones de la vida. Este blog fue creado para compartir mi experiencia y la de mis invitados, con el objetivo de ayudar a las personas. Juntos, exploramos diferentes temas y ofrecemos consejos prácticos para mejorar la vida de nuestros oyentes. A través de historias personales y reflexiones profundas, buscamos inspirar y motivar a aquellos que nos escuchan. Mi objetivo es brindarles herramientas y conocimientos que puedan aplicar en su día a día, para que puedan alcanzar sus metas y superar los desafíos que se les presenten. Estoy comprometido en ofrecer contenido valioso y relevante, y en crear un espacio en el que todos se sientan bienvenidos y escuchados.

No te canses de experimentar tu propia verdad

Buscar la verdad de cada uno implica reflexionar sobre nuestras decisiones y evaluar si estamos arriesgando nuestra felicidad. Es importante reconocer si estamos cediendo nuestro poder o si estamos recuperándolo. Aprender a aceptar que todos aprendemos de situaciones dolorosas o desesperantes es fundamental para evolucionar. Cada decisión que tomamos puede fortalecer nuestra alma o apartarla de su camino, desgastándola en el proceso. Es por eso que si vemos a este planeta como un gran colegio, podemos cambiar la perspectiva de ver las cosas, de experimentar las cosas y de esa forma reducir el impacto innecesario de situaciones o experiencias traumáticas.

Tomando decisiones desde el Amor

Cuando tomamos decisiones, es importante considerar la dirección en la que nos llevan. Si nuestras decisiones nos acercan al amor, estamos tomando el camino correcto. Por el contrario, si nuestras decisiones nos alejan del amor y nos acercan al miedo, es importante reflexionar sobre ello. Tomar decisiones conscientes y basadas en el amor nos permitirá vivir una vida más plena y satisfactoria.

El amor como forma de vida es un concepto que personalmente considero de gran importancia. Creo firmemente que el propósito fundamental de nuestra existencia es experimentar el amor en todas sus manifestaciones. El amor nos permite conectar con los demás de manera profunda y significativa, creando lazos de afecto, compasión y empatía. Nos brinda la oportunidad de ser generosos, comprensivos y solidarios, fomentando así un mundo más humano y lleno de armonía. El amor nos impulsa a la realización de nuestro propósito de vida, a cultivar la gratitud y a valorar las relaciones que nos rodean. En definitiva, vivir con amor es vivir plenamente, es encontrar la verdadera esencia de nuestra existencia.

Incluso en algo tan sencillo como cuando estás haciendo compras y ves algo delicioso, rico en azúcar y carbohidratos, y te preguntas si debes o no comprarlo, y tu intuición dice que no debes comer eso, y tú tomas la decisión de ignorar esa vocecita que te dice que no, en ese momento estás caminando hacia el miedo y no hacia el amor, porque bloqueas tu intuición, la voz de los guías espirituales.

Contrato Espiritual o Sagrado

Caroline Myss escribió un libro llamado “Sacred Contracts, Contratos Sagrados” en el cual expresa la idea de que no nacemos para tener una personalidad, sino para tener un espíritu. En mi opinión, no nacemos para alimentar una personalidad, sino para alimentar nuestra Alma. Lo interesante aquí es que todos nacemos con un propósito que nuestra Alma ya conoce. Antes de llegar a este mundo, ya existíamos y Dios ya conocía nuestro nombre y propósito. Esto se refiere a lo que Caroline Myss llama “contrato sagrado”.

Este contrato espiritual no se basa en palabras, sino en un documento que nuestra Alma interpreta y revela a lo largo de nuestra vida. A medida que nos acercamos a nuestro propósito, recibimos cada vez más señales.

Cuando sentimos claridad y certeza en nosotros mismos, cuando todo parece alinearse para que actuemos, estamos cumpliendo nuestro contrato espiritual. Es importante prestar atención a las señales divinas, como las coincidencias y la ayuda inesperada de amigos. También, cuando logramos resolver trámites en menos tiempo del esperado o cuando amamos intensamente. Todo esto forma parte de nuestro contrato del alma.

La gente sufre cuando persigue un sueño que no les pertenece a ellos, que no hace parte de su contrato Almico. Mucha gente se empecina en tenerlo, pero por las razones equivocadas. Construyen una vida que no les pertenece, una vida que parece buena, pero en realidad no es para ellos.

No vivas una vida que no es tuya solo porque parece que te gusta, o porque alguien te dice que esa vida es la que tienes que vivir. No le cedas tu poder de decisión a las apariencias y a lo que aparentemente te va a ser feliz, tomas decisiones que te hagan un ser único.

No debemos juzgar nuestra propia vida ni la de los demás. Es importante agradecer por todas las experiencias que hemos vivido y aprender a soltar, liberándonos de las cargas emocionales y sanando. Debemos sanar el pasado, dejar atrás el rencor y cualquier decisión que hayamos tomado en el pasado y que nos esté afectando en la situación actual que no nos gusta.

A lo mejor te preguntarás qué hacer si no te gusta tu presente, si tienes una enfermedad crónica o terminal, si no puedes pagar la renta, comprar alimentos o adquirir eso que deseas. ¿Cómo puedes agradecer esta situación? Agradece y suelta, es mejor agradecer y aceptar que estás pasando por esta situación para aprender, que quedarte reprochando y lamentándote toda una vida. Posiblemente, tomaste una decisión en el pasado que te separó de tu propósito y ahora el Universo te está diciendo que despiertes, que hagas cambios en tu vida, que te acerques más a tu propósito. Agradece y déjalo ir, verás que señales y oportunidades vendrán a tu vida.

Una vez que estamos abiertos al cambio, a dejar lo que nos hace daño, a empezar a sanar, debemos saber entonces cuando estamos en el camino correcto.

Para saberlo, debemos tener claro que cualquier cambio, decisión, o actividad que hagamos, no nos estamos traicionando a nosotros mismos ni engañándonos. Si al sentir que nuestras decisiones son acertadas y no nos sentimos perdidos en lo que hacemos o en la vida que vivimos, es una señal que estamos por buen camino. Siempre nos sentiremos intranquilos e incompletos cuando no estamos en el camino correcto. Tomar decisiones basadas en el amor, el respeto y el amor propio nos indica que estamos en el camino correcto. A lo largo de los años, todos cambiamos, crecemos y evolucionamos, por lo que es importante dejar ir lo que ya no nos sirve. Cuando lo que hacemos o la decisión que tomamos no afecta nuestra tranquilidad, nuestro ser, nuestra esencia, nuestro poder o nuestra alma, sabemos que estamos en el camino correcto. Sentir confusión o falta de energía también es una señal de que nos estamos alejando de nuestro propósito. Recuerda, que no debemos sentirnos mentalmente agotados, sin energía o como si estuviéramos perdiendo nuestra vida o a nosotros mismos.

En una relación amorosa, es importante distinguir entre ceder un poco y traicionarse a uno mismo. Ceder conscientemente y en amor puede ser beneficioso, pero traicionarse es aceptar por miedo o temor a las consecuencias. Muchas personas prefieren ignorar sus sentimientos y deseos por temor a quedarse solas o tener que cuidarse a sí mismas. Esto también es una traición a uno mismo. Tomar decisiones que nos lastiman a nosotros mismos puede cambiar nuestra vida y causarnos daño. El sentimiento de traicionarnos a nosotros mismos puede llevarnos a la depresión, ya que permitimos que nos hagan daño.

La gracia de la Intuición

La intuición es una gracia que nos guía desde el amor. Es esa voz interior que nos detiene cuando queremos decir cosas hirientes durante una discusión. Esta voz nunca nos aconsejará hacer daño a nosotros mismos ni a los demás. La intuición se manifiesta en la naturaleza y en lo inexplicable. Si la voz de la intuición nos aconsejara algo contrario al amor, el mundo sería diferente. La intuición también nos indica cuándo abrazar a alguien, y al hacerlo, sentimos cómo la energía fluye a través de nuestro cuerpo y calma a la otra persona.

La gracia de la intuición, es una energía transformadora que puede mejorar un momento específico. Para recordar y fortalecer la intuición en nuestra vida, es recomendable practicar la oración y la meditación. Tomarse unos minutos para conectarse con nuestro creador y establecer un diálogo es fundamental. No se trata solo de pedir, ya que Dios conoce nuestras necesidades. Se trata de crear una relación con nuestro creador y recordar que somos seres de luz y parte de Dios.

Aceptar todo lo que nos pasa puede no ser fácil, pero fortalecer nuestra intuición y estar en un estado de gracia nos ayuda. Nuestra voz interior nos recuerda lo que debemos hacer y nos guía. Esta voz nos mueve, nos da fuerza y seguridad, siempre y cuando tengamos una relación fortalecida con nuestra alma y nuestra parte espiritual. Debemos dar todo lo que tenemos y dejar ir lo que no podemos cambiar. Si ya dimos todo, dejémoslo ir y confiemos en que Dios, el Universo, se encargará del resto.

Todos tenemos un poder y una intuición innatos. Te animo a que te escuches y te respetes más, sin sacrificar tu felicidad por personas o cosas que no valoran tus sacrificios. Comparte este blog y nos leemos la proxima semana.